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sábado, 4 de octubre de 2008

Isidora Agnes "La Negra Isidora"




Personaje popular, luchadora social, sindicalista, alma y símbolo del Carnaval de El Callao, pueblo minero fundado a mediados del siglo XIX, situado al sureste del estado Bolívar a orillas del río Yuruari, afluente del Cuyuní que desemboca en el Esequibo. Lucía Isidora, nombre completo, sobreviviente de los cinco hijos de la unión de sus padres, aprendió desde su infancia las canciones en inglés y ritmos caribeños que cantaba su madre, oriunda de la isla de Santa Lucía; a su padre martiniqueño, intérprete de calipsos en patois, lo recordaba con poco afecto. De sus abuelos, esclavos traídos de Addis Abeba (Etiopía), se expresaba con orgullo como negros trabajadores y amantes de la alegría y la libertad. El descubrimiento de las minas de oro en El Callao trajo una profusa inmigración de franceses, corsos, ingleses y de antillanos provenientes en su mayoría de Granada, Martinica, Barbados, Saint Vicent, Carriacou, Dominica, Santa Lucía, Saint Kitts y Nevis, San Cristóbal y Trinidad; vinieron no sólo negros; también habían blancos, mestizos, mulatos, hindúes y chinos. Esta inmigración contribuyó al asentamiento de colonias muy importantes de familias antillanas que trajeron tradiciones y culturas de su tierra natal, así como sus lenguas: inglés, francés, creole y patois. Entre sus costumbres impusieron la celebración del Carnaval con comparsas de madamas y el ritmo del calipso (también se escribe calypso), denominación dada a esa expresión musical de ritmo contagioso desarrollada en las Antillas Menores; estas comparsas bien organizadas que marchaban por las calles del pueblo cantando y bailando, fueron hasta finales de 1940 una continuación de las fiestas de Martinica, Santa Lucía, Granada, Carriacou y Dominica. Hacia 1943, Carlos Small, virtuoso del tambor bumbac, y otros pobladores preocupados por el decaimiento en el entusiasmo por el calipso, ya que mucha población estaba emigrando por el descenso en el precio del oro, eligieron a Isidora, joven que trabajaba como telefonista en las minas, para asignarle la responsabilidad de darle un nuevo aire a la tradición musical: “Leía mucho -dice Small- todo el tiempo leía los libritos de Billiken. Era muy pájara, una negra viva (...) despierta desde muchachita...” Isidora organizó con mucho brío su comparsa de madamas ataviadas con grandes trajes, la cabeza graciosamente cubierta con un tocado de tela y adornadas con prendas de oro. Este traje no debe ser visto como un disfraz, es una investidura, una dignidad de antillano señorío: “La madama era una autoridad (...) Las madamas eran gente fina, no cualquiera puede ponerse un traje de ésos. Pura categoría”. En la interpretación del calipso tradicional se empleaba la guitarra, el bumbac y el rallo; Isidora y Small decidieron darle una variante local y le incorporaron el cuatro, las maracas y las campanillas venezolanas.








Esta nueva instrumentación respondía a la necesidad de buscar una identificación, una pertenencia que expresara de manera particular el sentimiento de la tierra guayanesa, de modo tal que el calipso en Venezuela tiene una personalidad propia: “Un calipso de Trinidad difiere en esencia del venezolano, puesto que a pesar del ritmo pausado y cadencioso de ambos, en el calipso venezolano se percibe un rucaneo que no tiene el trinitario ni, en general, el antillano”; sin embargo, las letras deben ser en inglés: según Small, “El auténtico calipso, el único, es en inglés, pero también incluye el patois, con versos libres. Calipso en español no existe”, como no existe joropo en inglés. De igual manera el calipso clásico no debe bailarse de cualquier modo: “La mujer que baila calipso se mueve como una reina: los hombros quietos, la cabeza inmóvil y el pecho también, toda la cadencia está en la cintura y en la cadera.” En 1954 se fundó la Asociación de Amigos del Calipso presidida por la Negra Isidora, como la llamaban, que a su vez dirigió la comparsa de la Asociación que por muchos años fue la más popular y llegó a agrupar hasta 200 integrantes; Isidora era algo estricta con los miembros de la comparsa: exigía una conducta intachable y nada de abrazaderas y besuqueos; los viajes se hacían por separado: hombres en un autobús y en otro las mujeres, de igual modo en los hoteles. Para 1976 esta agrupación incluía a 156 personas; en enero de ese año se presentó como invitada especial en las Ferias de San Sebastián, en San Cristóbal; después se presentaría en otras ciudades y el 4 de febrero de 1982 se le rindió un homenaje nacional a la madama indiscutible en el Poliedro de Caracas, fue un reconocimiento a su labor por mantener viva la memoria festiva de su pueblo y hacer sentir la presencia del negro en la cultura nacional. Allí se oyeron muchas de las afamadas composiciones de sus amigos Carlos Small y Kenton San Bernard, como Ambacail y Blody Man Down. Pocas veces una tradición popular se emparenta a una persona como el calipso de El Callao con Isidora, quien se preocupó por conservar el sabor auténtico y tradicional del ritmo, a diferencia del calipso brasileño o del venezolano-brasileño, influido por elementos del merengue. La Negra Isidora, de recia personalidad, decidida y vehemente luchadora por la reivindicaciones de su comunidad, se convirtió en alma y líder indiscutible de su pueblo; militó en el partido Acción Democrática y durante la dictadura de Pérez Jiménez protegió y albergó en su casa a varios líderes políticos que luchaban clandestinamente contra el gobierno: a partir de 1958 su fibra de luchadora social se hizo presente en su empeño por la organización y la superación económica y social de los mineros y demás pobladores de la comunidad callaoense; con tal fin participó en la fundación del Sindicato de Patronos Mineros de El Callao y del Sindicato del Oro. Ascendió en la labor sindical hasta llegar a integrar el Consejo Central de Fetrabolívar; integró además el tribunal disciplinario de esta federación sindical y fue funcionaria del Ministerio de Energía y Minas. A pesar de su militancia política, jamás aceptó tocar sus tambores para su partido Acción Democrática: “mis tambores son apolíticos y en mis comparsas danzan adecos, copeyanos, urredistas, comunistas, masistas y los venezolanos todos juntos”, expresó alguna vez. Isidora nunca se casó ni tuvo hijos: “todos son mis hijos”; como soltera que fue no tenía preferencias: todos la buscaban, estaba en todas partes, lo sabía todo; organizaba las fiestas patronales y vestía y adornaba a la virgen del Carmen; lideraba los reclamos; amenazó con quemar los tambores a la puerta del Congreso para que se oyeran sus súplicas de prestar mayor atención a su pueblo que estaba abandonando su tierra de origen tras la quiebra o el abandono de las antiguas compañías mineras; de parte de Miraflores algo se hizo y el pueblo empezó a cambiar; Minerven, la empresa del oro, pasó a ser manejada por la Corporación Venezolana de Guayana, el pueblo se convirtió en municipio autónomo; la producción de oro se ha mantenido y las condiciones en general han mejorado. Sin embargo, los callaoenses no quieren deberle nada a los partidos políticos sino al calipso que la Negra Isidora convirtió en identidad: no otra cosa se piensa ante la danza de locura multitudinaria que desborda las calles de El Callao, donde baila la gente de todas las edades y condiciones el 24 de diciembre, en adelanto de la Pascua de Navidad; el 1 de enero, y domingos siguientes hasta el martes de Carnaval. A Isidora la leucemia y otros malestares le produjeron la muerte; sus restos fueron trasladados desde su casa, frente a la plaza Bolívar, a la Iglesia del Carmen; allí todo el pueblo callaoense y los poderes públicos, organizaciones gremiales y sindicales de Guayana le rindieron tributo y recibió los honores militares dispuestos por el Presidente de la República, como reconocimiento a su incansable labor; la banda marcial del Batallón Sucre, de la V Brigada de Infantería de Selva, hizo el Toque de Oración en la iglesia y posteriormente encabezó el desfile marcando el paso con la Marcha Regular. Fue trasladada en hombros en un impresionante cortejo fúnebre hasta el cementerio, que dista diez kilómetros del pueblo, al compás del calipso, tal como fue su deseo, interpretado por el grupo “The Same People”; el cortejo fúnebre, luego de algún recorrido se detuvo en un sitio acordado para cumplir con el ritual ancestral de El Callao de “Dar las gracias”; allí hablaron sobre la vida y obra de Isidora los representantes de todos los poderes, diputados, dirigente políticos, empresariales, sindicales, gremiales, de las organizaciones del fútbol, del calipso y familiares. El calipso y el recuerdo de Isidora sobreviven; sin embargo, de lo tradicional sólo va quedando la comparsa de las madamas; el calipso ahora es un negocio con enormes cornetas y equipos de sonido que incorporan sintetizadores e instrumentos de viento. Madama Lulu, Lourdes Basanta, inseparable amiga de Isidora, le compuso un calipso que se ha hecho muy popular, la comparsa entona un pegajoso coro que dice: Isidora sings the calipso / Isidora is queen of festival / Isidora drink the yinyavié / Isidora is queen of Carnaval ; en una de las estrofas se oye: Porque es el alma del Carnaval / Esa negra si tiene swing al bailar .O.A.P

El Puente Angostura



El Puente Angostura sobre el Río Orinoco en la región de Guayana, Venezuela. Fué diseñado y construido por el afamado ingeniero Paul Lustgarten, oriundo de la misma región, e inaugurado el 6 de enero de 1967 por el presidente Raúl Leoni. Al momento de su finalización era el noveno Puente Colgante del Mundo y primero de Latinoamerica de esas dimensiones. Casos anteriores eran mucho más pequeños, como por ejemplo el puente colgante de Santa Fé en Argentina, construído en los años 20.




Está localizado a 5 kilómetros de Ciudad Bolívar y conecta los estados Anzoátegui y Bolívar.


Tiene una longitud de 1678,5 metros, cuatro canales de tráfico a una altura de 17 metros, 14,6 metros de ancho, en su punto más alto se eleva a 57 metros por encima del río, y posee dos grandes torres de acero que soportan el tendido de los cables y miden 119 m de altura.


A partir de 2006 se iniciaron trabajos de mantenimiento para alargar su vida útil, y de iluminación para darle un nuevo atractivo nocturno. Se estima que estos trabajos culminen en 2008. Recursos por el orden de los treinta y cuatro millones de dólares ($ 34.501.162) fueron aprobados por el Gobierno Nacional para atender los trabajos de rehabilitación del puente, cuya recuperación está catalogada como de prioridad 1. Hasta ahora, 8 de Diciembre del 2007, el puente no ha recibido ningun tipo de mantenimiento por parte del Gobierno Nacional.

(Fuente: http://es.wikipedia.org/)

El Calipso de el Callao


    El Calipso de El Callao, es un tradición popular que se inició en los albores del siglo XIX, las comparsas de carnaval por las calles del pueblo, datan más o menos de los años 1930 – 1939 cuando las primeras Madamas se encargaron de organizar comparsas.

    Quienes habitaban El Callao para el año de 1930 nos dicen que blancos ingleses, los blancos franceses y corsos y los negros antillanos "Británicos", organizaban grupos para la celebración de los carnavales que daban colorido a dichas fiestas, con disfraces que adquirían en Londres y en Trinidad, señalan que los grupos hacían una especie de "contrapunteos" entre sus lenguas, ingleses y franceses y de esas palabras desconocidas para la fecha. por criollos y los propios antillanos, fue donde surgió "El Patuá”, es decir, el idioma ligado del francés con el que trataban de pronunciar tanto los criollos como los antillanos.

    Señala John, que para esa fecha 1930, no había comparsa por las calles que existían. Las calles eran de tierras muy angostas, por donde solo podían pasar personas por dos especies de aceras con una zanja en el centro donde corrían las aguas.

    Habían grupos de personas en los pueblos de Chile y Caratal y jugaban con los palos de "Bera Muschet", que era una pareja de hombres que peleaban duramente con esos palos como los grandes espadachines.

    Entre los años 1932 – 1939 surgieron las comparsas, las cuales alrededor de la plaza Bolívar, donde finalizaba el recorrido y allí comenzaban a lucir sus lindos disfraces ante todo el aglomerado que se daba cita para los espectáculos transformado años más tarde en verdaderos folklores como el tejido del sebucán, el pájaro Guarandol y "la Burriquita", además de los negros pintados de alquitrán que cargaban una lata en sus manos con la cual amenazaban a los transeúntes pidiendo medio (Bs. 0,25) o de lo contrario lo pintaban con alquitrán o de negro humo, también los famosos "diablos" disfraces que aún persisten en la actualidad.


    Esos tradicionales carnavales de El Callao que enloquecían a los negros que emigraban con sus bebidas tradicionales; se fueron opacando al correr de los años, cuando la producción de oro de las empresas se inicio su descenso y la New Gold Fields of Venezuela comenzaba a sentir la baja producción a consecuencia de lo que los ingleses y franceses estimaron la finalización del oro en Guayana, la explotación total que según ellos los Elevaría a la quiebra.

    Para 1947, según el Sr Kenton Saint Bernard, otro de los pioneros del pueblo del oro, los carnavales de El Callao decayeron durante varios años desde esa fecha pero las comparsas seguían apareciendo y “Boin” (célebre musico de Calipso) continuaba con su alegría hasta 1965, cuando murió.

    Isidora Agnes, "La Negra Isidora" que vivía en el Tigrito en el Estado Anzoátegui, desde hacia algunos años, pero que viajaba frecuentemente a su pueblo para sus fiestas patronales el 16 de Julio y para sus carnavales, se hizo cargo entonces de una lucha social por su tierra y de organizar nuevamente las comparsas, dando una nueva vida a dichas festividades.

    Después surgió otra comparsa la del no menos famoso "Gago" y posteriormente una de las nuevas generaciones folklóricas, musicales y culturales que han convenido a El Callao, en el pueblo del calipso y de los mejores carnavales del país, dándole un apreciable aporte al turismo regional que cada año se da cita a presenciar los espectáculos de estas festividades.

    Desde entonces Isidora se convierte en la reina de los carnavales de El Callao y una de las luchadoras sociales más importantes que ha dado este pueblo hasta la presente fecha.
    CALIPSO DE EL CALLAO

    El Calipso de El Callao, es una expresión musical rítmica y melódica “sui géneris", que permite expresar los valores que identifican a los pobladores de esta laboriosa comunidad de la minería de oro.

    Esta forma expresiva se traduce en movimientos cadenciosos y pegajosos, a través de bailes por las calles y en alguno que otro momento de relevancia en la comunidad, en el que los músicos ejecutores de una instrumentación básica y sencilla, como el "Bum – Back”, tambores, cencerro, rallo, cuatro, bajo y teclados electrónicos, acompañan a un solista y el coro que repite en estribillo una estrofa destinada a reforzar la inspiración del vocalista líder. El Calipso de El Callao es para los callaoenses una razón social, desde los albores del pasado siglo (Año 1870).

    PERSONAJES DE LAS DANZAS

    · Medio Pinto: Personaje típico de los carnavales de El Callao, cuyo origen está centrado en el juego de Carnaval en las Antillas tales como el Bacanal en las Antilla Mayores y "Negre Marron" en las Antillas Menores. Son personajes que representan en sus actuaciones desde la medianoche hasta tempranas horas de la mañana, una forma de satirizar a los citados del siglo XIX que en sus reuniones sociales y en celebración de carnaval, no dejaban entrar a sus fiestas a los hombres de algunos estratos considerados bajos y en respuesta se pintaban todo el cuerpo con una mezcla de "negro humo" y papelón.

    Actualmente dicho personaje se pinta el cuerpo con una sustancia preparada a base de Negro Humo, papelón (azúcar no refinada de la caña de azúcar) y agua, es una tradición que les permite salir a partir de las 12:00 de la noche hasta las 06:00 de la mañana y durante esas horas deambulan por las calles de la población, exigiendo medio (25/100 de Bolívares) con una frase y canción popular que dice: medio, medio pinto, realizando gestos desarticulados que intimidan a los transeúntes que de no cancelar la moneda antes mencionada, corren el peligro de ser pintados.

    Nota: la sustancia es inocua y se quita con agua y jabón.

    Los Medio Pinto forman parte de una tradición que se enriquece con los años y permite recordar las huellas de aquella falta de tacto social con los pobres.

    · Madamas: Cuando se inicia la inmigración de la mano de obra calificada por las compañías Inglesas y Francesas que habían obtenido concesión de explotación de oro en El Callao, para resolver el problema del idioma los técnicos y el personal criollo; estas personas se trasladaron con sus familias y con ellos un sin sinnúmero de usos y costumbres y las señoras con sus creencias, arte culinario, bailes y tal vez la más importante de todas, su forma de vestir, trajes floridos y multicolor, fondo de encajes, collares, turbantes, pañoletas y otros accesorios que lucían en reuniones y fiestas importantes, mayormente las de carnaval. Se denominan Madamas, palabra producto de la desviación fonética de la palabra; francesa "Madam". En la actualidad se les recuerda por sus formas de vestir, lo que de hecho no se considera un disfraz, aunque se usa como un elemento alegórico.

    · Mineros: Desde el siglo pasado y con el descubrimiento del oro en la región de El Callao, se iniciaron las labores relacionadas a las actividades mineras, desde entonces en unas calles incipientes, hasta nuestros días con un pueblo formado es común ver a los obreros caminar hasta las estaciones donde se toman los autobuses para ir al trabajo con ropas especiales y los artículos de seguridad.

    · Diablos: En el carnaval de el Callao surge como parte de las creencias “mágico – religiosas”, si bien es cierto que fue utilizado en el siglo pasado en los ritos de magia negra y similares, hoy día se utiliza como brigada de orden para separar a los músicos y disfraces que conforman las comparsas de carnaval del público que observa el espectáculo, que se desarrolla por las calles de la población.

    Visten trajes de colores rojo, negro, blanco, amarillo, combinaciones de los mismos, medias blancas y alpargatas se amarran con mecate alrededor del cuerpo, se cubren la cabeza con mascaras de múltiples cachos y rostros amenazadores. Como armas llevan: un tridente en una mano y un látigo en la otra.

    Bailan sin un orden establecido y con movimientos rápidos entre los disfraces y el público, de tal forma que en ningún momento permanecen estáticos.

    · Comparsas: los grupos que conforman las comparsas generalizan la práctica del carnaval en masa y en la que sus integrantes son habitantes del pueblo y algunas personas venidas de otras latitudes e integradas y conocedoras de nuestras costumbres.

    En sus comienzos estos grupos con la dirección y organización de líder, en su mayoría Madamas, practicaban en carnaval en masa, llegaron a su máxima expresión y luego fueron disminuyendo como consecuencia al éxodo de los pobladores, motivado por la quiebra de las grandes Compañias procesadores de minerales auríferos. Es más tarde, cuando algunos cultivadores de la práctica del carnaval y calipso de El Callao, como Kenton, El Gago Wallace, Terio Yanes, Nam, Cecil, John, Marksman, Luta, Lorenzo, Carlos Small y muchos más, reinician con amor la práctica de estas costumbres en decadencia. En esta etapa surge un nuevo líder "Isidora", lo que originó desavenencia dentro del grupo y con ello un desmembramiento de algunos integrantes que fundaron una nueva agrupación de personas e iniciándose nuevamente la "rivalidad de comparsas de carnaval", que perdura en el presente.

    En la actualidad existen varias agrupaciones: The Same People, Family Ground, Nueva Onda del Calipso, Renovación del Calipso, Nueva Generación del Calipso (llamada anteriormente comparsa de la Negra Isidora), Galería 7, La Agricultura (la más popular de todas, por ser la comparsa de los Medio Pinto).
    (Fuente: http://elcallao-bolivar.gob.ve)